viernes, 1 de enero de 2010

Le hace vudú a un obeso y en vez de matarlo lo hace adelgazar 30 kilos



Ramiro Tragatoddi llevaba una vida prejuiciosa con su cuerpo ya que desde chiquito se bancó que le digan cosas respecto a su obesidad, con grandeza así fue soportando durante toda la primara que le digan epítetos como “Gordo tirate un pedo en una pileta así tenemos soda hasta marzo”, “Gordo si cambias grasa por luz iluminamos toda Ciudad Oculta” o  “Gordo el día que te mueras vamos a tener que velarte en una mesa de pool”. Fue muy difícil superar toda esa sarta de comparaciones y bromas en su infancia y adolescencia. Lo que sí, es que Ramiro era medio hijo de puta y a veces se pasaba de raya con lo que decía. Era muy pesado, valga la redundancia, cuando se lo proponía. Tenía cositas del Mellizo Guillermo Barroschelotto por decirlo así. Era bastante hijo de puta.
Por eso no extrañó que un ex amigo de él, Pablo Umbanda, haya intentado matarlo mediante la práctica de un maleficio especialmente preparado para hacerlo morir agonizando de la peor manera: el vudú. Pablo nunca imaginó que llevarse a marzo “Teoría de la maldad” en el profesorado de Ciencias Ocultas de la Brujería le iba a jugar una mala pasada. Vaya a saber uno el motivo por el cúal luego de clavarle 30 agujas a un muñeco de Ramiro Tragatoddi, que lo iba a hacer entrar en la agonía absoluta lo hizo adelgazar 30 kilos en una sola tarde.
Hoy Ramiro se pasea por las calles de Ramos Mejía embarazando peruanas y verduleras, todo gracias a su nueva figura. Mientras Pablo intenta rendir esa materia de mierda que se llevó a Marzo tratando de levantar ese “Cero” que se sacó en Teoría de la maldad.



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