Messi se niega a entrar vestido de gaucho a la cancha y entonar el himno para así evitar que miles de pelotudos lo critiquen en Twitter.

“No, y no. Y cuando digo que no es no!”. Le habría dicho Messi al vestuarista de la selección argentina cuando generosamente éste le acercaba las botas y las espuelas que completaban la indumentaria de gaucho que Messi debía vestir por consejo de un asesor de imagen para evitar que cientos, o quizás miles, de pelotudos critiquen al astro argentino por no cantar el himno y no tener un real apego por las costumbres de nuestra patria.

Aunque sea incomodo, debería jugar con Chiripá para verse más como argentino. Es lo que sugieren los jóvenes en Twitter. 

“No te animás a tocar el himno en la armónica como el ex cantante de Los Piojos?”. Le habrían sugerido también como una opción a tener en cuenta por si “no le pintaba cantar” el himno. “Mirá que te van a criticar y van a decir que no sos argentino!” Advertía seguidamente un jefe de prensa mientras cerraba su sesión de Twitter viendo venir la oleada de diatribas de miles de hijos de mil puta que usan de avatar una foto del algún artista norteamericano y que sueñan con conocer a Obama.

Y era evidente que pasaría. Messi no entonó el himno y las críticas de cientos, o tal vez miles, de usuarios de Twitter se dispararon contra el crack rosarino. Son los mismos hijos de una generación de putas jóvenes que festejaron con aplomo y admiración la boda real, y hasta quizás lloraron como Verón viendo a la Reina Isabel con ese sombrero maravilloso. Son exactamente los mismos nabos que te miran un Super Bowl casi enajenados pero se enteraron por un Hashtag que era el día de la bandera. Y su valiosa opinión se derramó como veneno por las redes sociales.