Wofu y su abogado, contentos luego de escuchar el fallo de la Corte.
Cuando Gabriel Antopulos ingresó entre los yuyos al costado de la ruta 7 para hacer su necesidad número uno, nunca pensó lo que le iba a tocar vivir después. Menos pensó que en ese momento de descargue estaba orinandole la cabeza a un Gremlins que luego de sentir como un líquido mojaba su cuerpo sufrió una metamorfosis indeseada que lo tuvo a maltraer por horas, de la cuál nacieron 12 Gremlins pequeños.
"Me sentí violado", confesó ante el jurado la víctima.
"No tengo trabajo. La última película la hicimos allá por el 90 y luego vinieron tiempos muy duros donde Hollywood se olvidó de nosotros", siguió declarando la víctima explotando en un llanto interminable.
"Como hago para mantener 12 criaturas? Necesito que el padre de mis hijos se haga cargo de ellos o me pase una mensualidad para consensuar los caprichos de los pequeños", parloteó el bicho.
El jurado por unanimidad encontró al acusado culpable del hecho y lo obligó a pasarle todos los meses una pensión alimentaria fija hasta que los bichos cumplan la mayoría de edad.
Este fallo polémico despertó un antes y un después en las causas judiciales del país y se teme una avalancha de denuncias de varios Gremlins para que la justicia reconozca varios casos parecidos.
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