Mensajes tales como “A esos putos les tenemos que ganar” y “Mirá, mirá, mirá, sacale una foto. Se van para el este con el muro roto” aparecían con asiduidad en lo que seria la pagina principal, en FACEBOOK, de la ciudad alemana de Berlín. Mensajes que eran puesto por el joven Franz Wagner. Un joven de esa misma ciudad.
Cansados de los interminables agravios y continuas amenazas recibidas los creadores del perfil decidieron dar parte a la policía alemana, que con rápida respuesta se apersonaron en la vivienda particular del energúmeno revolucionario anacrónico. La policía afirmó que pudo reaccionar raudamente a la convocatoria de los denunciantes ya que como es sabido la nación germana no tiene los problemas de criminalidad que tiene Suecia [Ola de inseguridad en Suecia: Así no se puede vivir, la gran siete! (Próximos informes], para dar un ejemplo.
Un cuadro dantesco – por Dante Spinetta- encontrarían los oficiales al llegar al domicilio del muchacho.
El joven se encontraba casi en un trance irreversible. Babeaba y al mismo tiempo intentaba encontrar a Jerusalén en FACEBOOK, porque como afirmaría después, se moría de ganas de conocer el muro de los lamentos.
Tras las pruebas de antidoping descubrieron que el joven Franz había estado lamiendo ranas alucinógenas traídas desde el África con motivos de “Ir acondicionándose a las costumbres Africanas y al clima porque tenía intenciones de viajar a ver el mundial”. Por no decir que también tenia intenciones de juntar valor para encarar a una buena moza en el continente negro. Porque como es conocido: “A las 6 de la mañana y con 3 ranas alucinógenas encima, si es mujer mejor.”
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