Los organizadores pidieron disculpas públicas luego de que los 23 jugadores fueran a parar a un sótano lleno de agujas e hilos. Un portavoz anunció que se pensó que eran los empleados pedidos por el modisto Jorge Ibañez para terminarle el vestido que Susana Gimenez lucirá para recibir en su programa al hombre que se casó con un carpincho.
Un mal momento vivieron los 23 integrantes del plantel de la selección boliviana cuando fueron llevados por error a un sótano perteneciente al modisto Jorge Ibañez, que esperaba un cargamento de empleados de ese país para poder terminar con sus trabajos pactados.
"Me pareció raro que cuando le dijimos al señor Jorge que estabamos con muchas ganas de reconocer el terreno de juego se haya puesto como loca y nos empujó a un lugar oscuro lleno de máquinas y telas", reconoció el arquero boliviano.
"Le pedí un vasito de agua y me gritó "primero terminame el encaje y luego hablamos"", afirmó el capitán de la selección.
"Me pareció raro que cuando le dijimos al señor Jorge que estabamos con muchas ganas de reconocer el terreno de juego se haya puesto como loca y nos empujó a un lugar oscuro lleno de máquinas y telas", reconoció el arquero boliviano.
"Le pedí un vasito de agua y me gritó "primero terminame el encaje y luego hablamos"", afirmó el capitán de la selección.
Por su parte, Jorge Ibáñez hizo su defensa: "Yo estoy tan sorprendido como ustedes y no sabía que estos muchachos pertenecían al fútbol boliviano porque yo había pedido que me traigan gente de ese país con el mismo nivel cultural que hay en Ituzaingó o Ciudadela", aseguró.
Jorge y un error que lo puede tener cualquiera.
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