No todo es festividad y falsa emotividad comercial. Al menos no para Dario Gallo. Un recluso argentino que cumple su condena en un país vecino. En el día de la fecha habría intentado contrabandear tres dispositivos de telefonía móvil hacia el interior del penal, se desconoce como los consiguió y como les cargó crédito. Pero se sabe que los aparatos celulares son muy apreciados en el interior de las cárceles, incluso más que una foto de Jessica Cirio o una crema anti-hemorroidal.
Un guardiacarcel lo detuvo cuando se dirigía a su celda al ritmo de “The Final Countdown”, que sonaba desde la profundidad de su colon. Le pareció sospechoso en una primera instancia, pero cuando oyó también el grito del Tano Pasman y el familiar ringtone de un Nokia 1100 saliendo de entre las asentaderas del interno se vio obligado a requisarlo.
No está mal la música de la Beriso,ni de las pastillas, ni de callejero, ni de la bersuit, tampoco es matarle a estos que hacen su música comercial, pero los que escuchamos rock realmente, nos molesta que los califiquen como rock nacional, eso es otra cosa, el rock tiene otra esencia pero l@s pibit@s eso no lo entienden y se enojan,no los descalificamos como banda, si como artistas de rock nacional, para los que somos de la materia es algo muy groso que muchos nunca entenderán... busquenle otro genero, pop nacional,rock nuevo no se,pero no mezclen, se respeta su gusto por estás bandas, respeten nuestra escuela, nuestra vieja escuela del rock, un fuerte abrazo...
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