El intento por engañar a un mando franquista a través de un espía de la Alemania nazi contribuyó a desenmascarar que estos sujetos tenían un cortocircuito en la azotea. Todo se reveló cuando alguien que pertenecía a este sector tocó el timbre de una casa y se presentó como "un espía nazi".
"Hola me llamo Jurgen Struggen y soy espía. Vengo a espiar a usted y su familia...estaría bueno que cooperaran", así fué como se presentó el enviado de Hitler.
El papel de este espía nazi o "el espía pelotudo" como lo conocen en el barrio, ha sido ahora puesto de manifiesto con más detalle por los documentos que acaban de desclasificar los Archivos Nacionales británicos. En los informes desvelados, los servicios secretos del Reino Unido lo llegan a calificar de “terriblemente boludo de la cabeza a los pies”.
El papel de este espía nazi o "el espía pelotudo" como lo conocen en el barrio, ha sido ahora puesto de manifiesto con más detalle por los documentos que acaban de desclasificar los Archivos Nacionales británicos. En los informes desvelados, los servicios secretos del Reino Unido lo llegan a calificar de “terriblemente boludo de la cabeza a los pies”.
Jurggen fué despedido por el Gobierno alemán nazi en varias ocasiones pero siempre tuvo una segunda oportunidad. Antes de ser espía, fué forense de la morgue de la ciudad pero lo echaron porque luego de ver al padre de Hitler muerto y observar que no había podido contener los esfínteres le diagnosticó "Derrame cerebral".
Altas fuentes del Gobierno nazi intentaron pagar a la prensa para que esta noticia nunca sea dada a conocer pero como se puede deducir, no pudieron lograrlo.
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