Oportuncrisis. Amasa una fortuna limpiando vidrios en el embotellamiento gigantesco de China.

Había viajado para triunfar en el país asiático con su banda de cumbia sinfónica “Los Mozarts de Villa La Rana”. Triunfo que nunca llegaría debido a que dos de sus integrantes habrían abandonado la banda ni bien llegados para dedicarse de lleno a las salideras bancarias. Y es que en el país del MADE IN las condenas por hurtos y tocar música, como la llaman allí: de mielda”, es prácticamente la misma.

“A Nestol en bloque le vamos a metel 10 colchazos en la pela, Bienvenido a China” expresa con pasión un rótulo que la mayoría de los automovilistas en China usan en su automóvil a modo de calcomanía.

Facundito Sanabria había quedado a la buena de Dios en un país que no le era propio. Y a punto estaba de tomar el camino del mal, le habían propuesto entrar a la mafia argentina, aquella que atormenta a los comerciantes argentinos que abren supermercados en aquella nación y les cobran una tarifa para dejarlos trabajar y lucrar con sus precios bajos, atención condescendiente y su simpática idiosincrasia.

Pero se propuso salir adelante. El embotellamiento gigantesco ocurrido en los últimos días le dio la oportunidad que esperaba. Dotado de diuréticos, un balde y aquel artificio macabro que se usa para limpiar vidrios con empuñadura de plástico encaró lo que serian 5 días de jornada laboral.

“No me limpie el vidlio, señol”. Exclamaban los automovilistas que se encontraban en sus coches, frustrados y con ganas de vivir en un país mas organizado como la Argentina. “No te entiendo una verga” respondía Facundo mientras le enturbiaba el cristal delantero del vehiculo.

Fue así que después de limpiar miles y miles de vidrios consiguió su anhelado primer millón de renminbis. Su vida ha cambiado y sueña con seguir progresando en su carrera musical, que al fin y al cabo es su verdadera profesión. Mientras graba su primer CD como solista trabaja como jurado en el programa mas visto de la televisión china. Bailando con Mao Zedong.