Lloraba como una nena en un recital de los Jonas Brothers. Afirmaba la señora Marcela Letrinas, testigo ocular de la pelea entre Tito y Ricardo Fort en un conocido gimnasio de las cañitas, mientras se sacaba la faja.
Y no es solo Marcela la que certifica haber visto como “mariconeaba” el “maricón” y “soplaquenas” de Fort. Quique Trapo contó a los medios como Ricardo intentaba tomar por el pelo de Tito a la vez que buscaba arañarle el pecho.
“Nooo, pero puto puto, eh!”. Refirió también Francisco Capilla, cura párroco, que en ese momento se encontraba haciendo sentadillas sobre su personal trainer.
La policía informó que no se pudo constatar la violencia en el lugar. Salvo por los nervios y “gritos de loca” del empresario no se encontraron contusiones o golpes en ninguno de los dos involucrados. Claro, se advirtió con antelación que la cara de Ricardo Fort ya era deforme mucho antes de que se produjera el encuentro.
En las últimas horas se dio a conocer la dimisión del que se comió una ñapi a “Bailando por un sueño”. Aunque se cree que es solo una ausencia temporal del programa para relajarse y hacerse limar el buje en Miami.
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