De inmediato se pudo observar que en el ambiente no se encontraba ninguna polilla, solo olor a vieja y perfumes baratos. Ricardo Arjona que se encontraba en evidente estado de ebriedad, desde su camarín afirmó que el recital lo iba a hacer "sí o sí", mientras se lo podía ver fajando a su jermu con un bate de beisbol.
El exceso de naftalina se corroboró posteriormente con la llegada de un aparato de control de ambiente que parecía un churro, y con la realización de una Naftalemia (?) , que no solo dio positiva, sino que dio más de veinte veces más de lo permitido, que es 4,0 gramos de naftalina en sangre por cada vieja que coreaba el estribillo de "señora de las 4 décadas" , o sea, 2,61 gramos de naftalina por 4 cms cuadrados y peor aún, el mismo Arjona manifestó que el olor a carne de puchero rancio a veces se le torna inaguantable, con lo que dió a entender que de alguna manera es un milagro que se mantenga vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario